NSN.-Al Thompson Center del centro de Chicago, llegaron cientos de personas de todo el estado para pedir una licencia para cosechar y vender marihuana medicinal, bajo los términos legales aprobados por la legislatura del estado.

Los aspirantes a vendedores de la cannabis, estuvieron desde las primeras horas de la mañana del lunes haciendo fila para entregar enormes legajos de documentos, decenas de requisitos que los pudiera ser acreedores a una de las 60 licencias que otorgará el estado para la venta de marihuana medicinal, bajo el llamado Illinois Medical Cannabis Pilot Program.

Los cientos de solicitantes se presentaron dispuestos a arriesgar los $5,000 dólares que les pedían como requisito para someter su solicitud de licencia, a pesar de que la cantidad no es reembolsable, se otorgue o no la licencia, ésta pudiera estar lista antes de que termine el año.

Para asegurarse de que los documentos eran los apropiados y el método el más adecuado, decenas de solicitantes acudieron acompañados de un abogado y otras personas que no asistieron a formar parte de las largas filas en el Thompson Center, son integrantes del grupo llamado Illinois Grown Medicine, que fue representado por varios abogados que llegaron con más de 20 cajas con la documentación requerida.

Debido a que era poco el personal que los atendería como pocas las licencias disponibles, los guardias de seguridad cortaron la fila dejando afuera a una gran parte de los aspirantes. Gabriel Mendoza, un joven del área de Chicago y quien hace la solicitud por medio de la Illinois Grown Medicine, se mostró muy contento de haber quedado adentro y comentó “mientras que sea parte de la fila, no importa el tiempo que me quede en ella”.

Sin embargo, uno de los abobados en fila con cajas con la documentación solicitada, declaró que debido a la gran demanda por licencias, era preferible presentar el papeleo en la forma más correcta posible para aumentar las posibilidades de ser aprobados.

No todos llegaron cargando cajas con los documentos solicitados, se vio que otras personas se presentaron con simples sobres amarillos en los que habían hecho caber decenas de hojas con la documentación que presentarían.