El alcalde Rahm Emanuel anunció el mes pasado que su administración enviará cartas a por lo menos 9,000 conductores que habrían recibido inmerecidas multas a través de las cámaras de luz roja y que daría un plazo de 45 días para que pidieran una revisión de su caso vía email, teléfono, correo regular o en persona.

Esta medida es a raíz de la investigación del diario Chicago Tribune, con la que se descubrió una inexplicable producción de multas de $100 dólares en calles donde las cámaras se dieron vuelo a captar supuestos infractores.

Ante esto, no deben ser los conductores quienes pidan una revisión de su caso ante tantas multas sospechosas, porque cualquier investigación municipal mejoraría el caso contra el conductor para quedarse con las multas.

En casos en los que el chofer no tuvo la culpa o en los que no había una imagen clara de la infracción, debe haber para él un automático reembolso de los $100 dólares.

Hay personas que tal vez olvidaron las circunstancias del día en el cual recibieron la multa y no van a preocuparse en responder cualquier llamado de la ciudad al respecto y el gobierno no debe verse como quien espera que nadie se preocupe en recibir el reembolso.

Solo las personas que la Ciudad determine que sí merecían la multa, deben recibir la notificación para que hagan una apelación.