El fiscal federal en Illinois tiene la respuesta

NSN.- Hay adolecentes pandilleros que disparan una arma “por nada”, dijo esta semana en Chicago el fiscal federal para el norte de Illinois, Zachary T. Fardon, quien agregó que la causa de que haya adolecentes que disparan una pistola por cualquier motivo, es el reflejo de una débil estructura en la organización de las pandillas.

Al hablar el miércoles en el City Club de Chicago, Fardon dijo que las autoridades tienen décadas arrestando a importantes líderes de pandillas como Gangster Disciples, Latin Kings, Black P. Stones y Black Disciples, y que en lugar de que el problema disminuya, ha pasado lo contrario “ahora es más complejo que nunca”.

Leyendo un informe preparado que dio a conocer ante hombres de negocios e integrantes de dicha institución, reunidos en el salón de un restaurante en el centro de Chicago, el Fiscal Federal agregó que con la falta de líderes de “la vieja escuela”, las pandillas se han multiplicado creando pequeñas células. “Ahora, en lugar de luchar por su territorio para vender drogas y otras actividades ilegales, “sus actividades se basan cada vez más en cosas de menos importancia como falta de respeto, insulto o venganza”, agregando que los menores “jalan el gatillo por nada”.

Fardon, dio a conocer una nueva sección de su oficina llamada Violent Crimes, que ya está enfocada en trabajar con diferentes departamentos de policía, dijo que hay esfuerzos por comunicarse con ex-convictos que al salir de prisión regresan a la ciudad para evitar que sigan delinquiendo y que ese acercamiento consiste en servicios sociales.

Habló de otro programa llamado Youth Outreach Forum, dedicado a menores de edad en probatoria, que han cometido crímenes violentos o con armas de fuego, se les ayuda con mentores y otros servicio para evitar que cometan más crímenes e informó que se trabaja de esa forma con los distrito 7 y 11 del Departamento de Policía, en las comunidades de Humboldt Park, Garfield Park y Englewood.

Dijo que las áreas en las que hay mayor actividad de pandillas, no deben considerarse como zonas de guerra, sino “partes de nuestra ciudad donde vive gente como ustedes y como yo, que merece vivir con seguridad”.