Después de que presionara durante meses, el gobernador republicano de Michigan, Rick Snyder, convenció a su legislatura de que expandiera el programa estatal de la ayuda médica como parte de la restructuración del sistema del cuidado de salud conocido como Affordable Care Act (ACA). De acuerdo a cálculos del Instituto Urbano, hay aproximadamente 212,000 habitantes de Michigan no asegurados, que ya puede obtener cobertura de seguro de salud.

Es triste que Snyder deba ser felicitado por lo logrado. Uno no podría pensar que lideres estatales necesitan ser convencidos para aceptar montañas de dinero para ayudar a la gente de bajos recursos a obtener seguro médico, pero muchos líderes republicanos y activistas han realizado campañas de descrédito para retrasar el ACA, que empezará a ser aplicado una vez que el mercado de seguros inicie el enrolamiento de clientes dentro de un mes.

Los más prominentes opositores están en el Congreso, donde la movida más reciente de los conservadores consiste en tomar como rehén al presupuesto federal para fondos destinados a ACA, pero la actividad más dañina ha estado a nivel estatal. Veintiuno estados se están negando a expandir los programas de Medicaid causando un hueco en la estrategia de la cobertura de ACA, por lo cual se estima que 5 millones de personas carecerán de seguro médico.