NSN.- La frase acotada por Jorge Vergara, de inmediato se hizo muy popular, el dueño de las Chivas dijo, en referencia a Fernando Quirarte,  que “le dimos un Ferrari y lo convirtió en un Volkswagen”, de esta manera, mostró así su ira y enojo con el ahora ex-entrenador del “Rebaño Sagrado”, por los malos resultados, además de la poca personalidad que mostró el estratega al abandonar el proyecto así, con el equipo en el sótano y sin hablar previamente con la Directiva.

De inmediato Rafael Ortega, presidente deportivo de las Chivas se dio a la tarea de buscar nuevo entrenador y éste fue Ignacio Ambriz, quien llega junto a Olaf Heredia, entrenador de porteros y Ramírez Perales, como auxiliar. Ambriz dirigió a San Luis del 2009 al 2011, pero nunca pudo encontrar el accionar deseado, también tuvo la oportunidad de estar en el banquillo del Puebla (2002) y anteriormente fue auxiliar de Javier Aguirre en España, en equipos como Osasuna y Atlético de Madrid.

Respecto a Quirarte, Ortega dijo que estaba confundido, no sabía a quién poner, o a quien alinear, al tiempo de informar que los jugadores se quejaban del planteamiento táctico y de los entrenamientos. Por su parte Vergara agregó que “en los últimos tres partidos el equipo estaba como una gallina que le cortas la cabeza”.

Nacho tendrá su primera gran prueba y con todos los reflectores puestos en él, cuando este domingo “se bautice” en Ciudad Universitaria, enfrentando a los Pumas de la UNAM.