Mientras que el presidente Barack Obama continúa sin recibir crédito por los millones de personas que han encontrado empleo y obtenido cobertura de seguro medico, una encuesta no partidista de Quinnipiac, rebeló recientemente que el 33 por ciento de los estadounidenses lo consideran el peor presidente desde la Segunda Guerra Mundial.

Eso podría cambiar a su favor si los republicanos ganan en noviembre la mayoría en el Senado, controlando de esta forma las dos cámaras del Congreso.

Lo que es de esperarse es que un Senado controlado por los republicanos solo aumentarían las presionasen en su contra, impidiendo la aprobación de nombramientos, aumentando la cantidad de investigaciones sobre su administración y eliminando partes del Obamacare.

Sin embargo es posible que un congreso dominado por los republicanos ayudaría a Obama y hay oficiales en la Casa Blanca que creen que un congreso unificado podría crear un mejor ambiente político del que existe.

Los republicanos no tendrían a un Harry Reid a quien culpar, serían “dueños” de un Congreso en el cual confía solo el 7 por ciento de los estadounidenses, según una encuesta de Gallup que pone al Congreso por debajo de todas las instituciones.