NSN.- Lo mejor que pudo hacer Sergio “Maravilla” Martínez, fue sacar todo lo que tenía dentro, luego que semanas atrás revelara los malos manejos del Consejo Mundial de Boxeo y de su presidente José Sulaimán, quien “evita una confrontación entre el argentino y Julio César Chávez Jr.”, es por eso que Sulaiman le llamó a él para que permitiera la pelea entre el Junior y Marco Antonio Rubio, en lugar de enfrentar a ambos, como se había acordado.
El argentino dijo a Sulaimán que debería hablar con Lou DiBella -que es su promotor- y con Sampson Lewkowicz – que es su asesor- y con él, pero Sulaimán se adelantó a su petición y publicó que Martínez aceptaba la pelea de Chávez-Rubio, por lo que algunos lo acusaron de traidor, pensando que se hizo a un lado a cambio de dinero, lo cual negó rotundamente.
Por tanto, “Maravilla” afirmó que, “a partir de ahora, el CMB no puede contar conmigo”, y es que la pelea entre Chávez y él se pactó durante la convención de Las Vegas, “eso lo votó el CMB, que debe hacer cumplir sus propias reglas, si Bob Arum hace la pelea de Chávez con Rubio, para proteger a su boxeador, es un tema de él, pero lo que el Consejo no puede, es aceptar lo que haga Bob Arum, violando sus propios reglamentos’, dijo Martínez.
El argentino dijo que al “Junior” lo manejan como a un títere y que debe aprender a tomar decisiones, para no perder ni la credibilidad ni el respeto, asimismo, afirmó que Chávez debe aceptar la pelea con él, por una cuestión de poder caminar con la frente alta, aunque le toque perder, “yo lo tengo atravesadísimo en este momento, no se me va a escapar, pero él debería demostrar que no me tiene miedo”, aseveró.