El alcalde Rahm Emanuel no esperaba realidades tan duras en la cima de un escenario municipal en el que está solo ante grandes decisiones que tiene que tomar.

Muchas cosas a han cambiado para mal, desde su reelección del 8 de abril:

+Bonos de crédito municipales sin respaldo, declarados “basura” por las agencias nacionales que han hecho que a la deuda de $30 billones de dólares a las pensiones, se han agregados $2 billones más por esa falta de crédito.

+Un gobernador republicano convertido en duro rival político.

+El líder cameral de Springfield, Michael Madigan, que parece más preocupado por derrotar al gobernador que por ayudar a solucionar la crisis financiera de Chicago.

+Investigaciones federales sobre conflicto de intereses y malversación de fondos en CPS (Escuelas Púbicas de Chicago).

+La constante baja crediticia causada por el dictamen de Moddy’s Investors Service, contra las escuelas públicas y el gobierno, haciendo que Chicago sea comparado con Detroit.

Tal vez el alcalde Emanuel ignoraba que surgiría este legado de problemas y otros más graves, pero graves problemas requieren de fuertes decisiones y él es fuerte.