Para empeorar la situación que se vive en el estado de Guerrero, ha aparecido una organización llamada Ejercito Revolucionario del Pueblo Insurgente, que atacará a Guerreros Unidos para vengar la muerte de los 43 estudiantes asesinados el mes pasado. “Le haremos frente al aspecto militar y político de este narco estado” dijo vía Internet, un integrante enmascarado del grupo.

Los motivos reales por lo que sucedió la masacre continúan sin saberse con claridad. Unos 120 estudiantes habían ido a Iguala después de haber contratado tres autobuses que partiría a la ciudad de México, de una central de autobuses de Iguala, algo común que hace otros estudiantes de diferentes partes de México cuando quieren participar en marchas de protesta en la Ciudad de México, lo que ha sido tolerado generalmente por las autoridades.

Según reportes de prensa, los mismos estudiantes habían irrumpido un acto público haciendo enojar a las autoridades integradas por oficiales ligados al narcotráfico, aparte de que con dicho disturbio, las pandillas locales habrían visto que su territorio era invadido.

Uno de los estudiantes que sobrevivió el atasque ha dicho que no sabe por qué la policía los atacó. “Fue una horrible sorpresa. Estábamos despreocupados mientras salíamos del pueblo cuando, de pronto, llegaron disparos de todas partes” dijo Alejandro, de 19 años de edad, quien no quiso dar su apellido por motivos de seguridad. Continuó: “creo que tuve suerte de haber quedado con vida, pero pienso mucho en mis compañeros, a donde se los llevaron y lo que habrán sufrido. Esto me da tristeza y me enoja”. El Presidente Enrique Peña Nieto y las demás personas de poder deben tomar muy en cuenta ese enojo.