Es difícil hablar bien del Servicio de Inmigración, una agencia que, después de todo, lo que hace es aplicar las leyes aprobadas en el Congreso, sin embargo hace varias semanas, ICE, siglas en inglés de “La Migra”, inauguró un centro de detención para indocumentados cerca de San Antonio, Texas, y ¿saben quiénes protestaron contra ese nuevo centro?, un grupo de integrantes del Tea Party y algunos republicanos, entre ellos Lamar Smith, congresista texano, y el por qué, de su protestas radica en que el nuevo centro ofrece, según ellos, “muchas” comodidades: una cancha de soccer con césped, un gimnasio, un salad bar en la cafetería y además, los guardias ni siquiera están armados.
ICE respondió a las críticas de los antiinmigrantes indicando que los que serán llevados a ese nuevo centro no son criminales, sino inmigrantes que no han sido juzgados, menos sentenciados a una pena de cárcel.
Según ICE, otros centros iguales serán construidos en dos diferentes partes del país, entre ellas en Crete, Illinois, un pueblito al sur de Chicago, hasta donde fueron a protestar decenas de personas, no del Tea Party, ni republicanos, sino un grupo de activistas latinos de Chicago que captó la atención de la prensa y de los políticos que siempre se dan cita donde hay gente que los vea y los oiga.
El congresista Jesse Jackson se sumó a las protestas y el gobernador Pat Quinn mostró su oposición a la construcción, irónicamente, otras personas no latinas de Crete, también criticaron el plan de la construcción “porque no queremos que haya criminales viviendo cerca de nuestras casas”.
Como oportunidad para captar la atención contra los ya históricos abusos que afectan diariamente a miles de inmigrantes indocumentados, la marcha de Chicago a Crete tuvo un éxito momentáneo, pero sus resultados a la larga se ignoran.
Creo que, de ser construido, el nuevo centro de detención será algo más positivo que negativo, sobre todo si implica una cara más humana del gobierno hacia el flagelo de 11 millones de inmigrantes que forman parte, como dicen aquí “de la fábrica” del país.
Si va a estar igual que el de Karnes City, Texas, no hay por qué estar en contra del que se construirá en Crete, a 40 minutos de Chicago, donde podrían ser tratados así de bien, además, estarán cerca de esta ciudad, lo que facilitará el que se les visite y ayude.
Como en Texas, tal vez nuestros paisanos, amigos y familiares, están empezando a ser tratados por el gobierno federal como merecen, con respeto y dignidad, todo lo contrario a como son tratados por el cacique de Maricopa, Joe Arpio, a quien el mismo gobierno federal acusa de trato inapropiado de los inmigrantes detenidos en su condado.