Hasta el cierre de esta edición, ningún líder del Partido Republicano se ha pronunciado en contra de las desafortunadas y ofensivas declaraciones del aspirante presidencial de su partido, Donald Trump, no han dicho nada líderes republicanos locales, estatales o nacionales.

Hay latinos que son legisladores republicanos en el Congreso de la Nación y de ellos, no se ha sabido una condena o una refutación en contra del multimillonario, quien una semana después de sus ataques contra los inmigrantes mexicanos, dijo a la cadena CNN “me gusta México, me gusta la gente mexicana, hago negocios con personas de México”, pero fue poco y demasiado tarde para borrar la letanía de insultos.
Ya hemos visto la reacción de líderes locales, de famosos artistas que han dicho que no participarán en el programa de la elección de Miss Universo, la cadena Univisión no tardó mucho para informar que no transmitiría el evento, pero nada se ha sabido de un partido que perdió la mayoría del voto latino en las más recientes elecciones presidenciales.

En diferentes partes del país, los líderes latinos han tomado represalias con todo lo que esté relacionado con Trump, incluyendo contra las compañías que hacen negocio con las empresas del candidato.

Se ha escuchado ya la protesta que refleja el enojo de 54 millones de latinos que radican en los Estados Unidos pero en el Grand Old Party (GOP) ni sus líderes han intentado alejarse de insultos tan profundos y dañinos de uno de sus más destacados miembros.

Aparentemente, el Partido Republicano no aprendió de las lecciones del 2012, cuando el nominado republicano Mitt Romney sugería una “autodeportación” de indocumentados, causando la salida de más latinos que integraban sus filas, con lo cual el partido ha perdido credibilidad, al no pedir que Trump se salga de esta contienda presidencial, esta es prueba de que nada ha cambiado.